El suministro y el uso del agua es un factor esencial en la producción de cultivos.

Con una presión extrema sobre los recursos hídricos cada vez más escasos se espera que la demanda mundial de agua se duplique en las próximas décadas. En todo el mundo el uso del agua de riego es de un total de 2,7 millones de gigalitros para producir cerca de 40% de los alimentos.

Los modelos climáticos indican que el agua dulce será abundante en lugares como Canadá, Rusia y Brasil, mientras que en el resto del mundo se convertirá en escasa y la competencia entre los usos urbanos, ambientales y rurales aumentará a medida que se incremente la población.

Es importante que el agua se aplique en el momento correcto para lograr el resultado deseado en el cultivo y, así, evitar la pérdida de un valioso recurso con el mínimo efecto para el medio ambiente.

El riego temprano en la temporada de crecimiento minimiza la roña común causada por el Streptomyces spp., maximiza el número de tubérculos y produce el crecimiento de la parte aérea del cultivo. Se favorece también, el crecimiento de los tubérculos a un ritmo óptimo y, al final de la temporada, permite la recolección con un mínimo de daños a los cultivos.

Una cuidadosa y eficaz planificación de la gestión del agua junto con el medio ambiente son consideraciones fundamentales para tener cultivos rentables en el futuro.

Esta información se puede encontrar en la guía sobre mejores prácticas en la irrigación y uso del agua en el cultivo de patatas, editada por el Consejo Europeo de la Patata.

Riego-uso del agua