Existe toda una variedad de flores que podemos usarlas como un ingrediente esencial en una receta, para proporcionar condimento a un plato, o simplemente utilizarse como adorno.

Algunas flores son tan comunes en nuestra dieta que no nos damos ni cuenta, por ejemplo la alcachofa, la coliflor, el brócoli, dentro de las especias el clavo de olor y el azafrán. Y, en otras cocinas, no siendo habitual en la nuestra, flores de calabaza o zuchini, y, en dulces, las rosas y el sauco.

Aunque el abanico de flores es amplio, con todas deben tenerse en cuenta ciertas pautas mínimas de seguridad para evitar intoxicaciones.

Este berezi@ explica las normativa que regula las flores comestibles, los principales riesgos que se pueden encontrar y una recomendaciones o pautas para un consumo seguro de las mismas.

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