En un planeta afectado por el calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones, tormentas, sequías), además de los efectos directos de los mismos (incendios forestales, brotes de plagas y enfermedades), la denominada “Crisis Climática” está haciendo mella en la disponibilidad alimentaria e incidiendo en especial en la agricultura mundial.

Este informe de la FAO pone de manifiesto que, en este último año a punto de finalizar, se ha batido todos los récords con las temperaturas más altas registradas hasta la fecha y arroja las siguientes cifras:

  • Las catástrofes relacionadas con el Cambio Climático han ido aumentando de cuantía e intensidad, pasando de 100 por año en la década de los 70, a unos 400 por año en los últimos 20 años.
  • Se estima que en los últimos 30 años se ha perdido una producción agrícola y ganadera por valor de 3,8 billones de USD lo que supone el 5 % del producto interno bruto agrícola mundial anual.

¿Cuáles son los sectores agrícolas y ganaderos más afectados?

Las pérdidas de cereales alcanzaron una media de 69 millones de toneladas anuales en los últimos tres decenios, lo que corresponde a la producción total de Francia en 2021. Le siguen las pérdidas de frutas y hortalizas y de cultivos azucareros, que se acercaron a una media de 40 millones de toneladas al año. En el caso de las frutas y hortalizas, las pérdidas corresponden a la producción total de estos productos en el Japón y Vietnam en 2021.

Las carnes, los productos lácteos y los huevos muestran una pérdida estimada de 16 millones de toneladas anuales, lo que corresponde a la producción total de estos productos en México y la India en 2021, junto con las raíces y los tubérculos. Tanto en el caso de las frutas como en el de las hortalizas se observa una marcada tendencia creciente de las pérdidas estimadas anuales.

PESCA

La pesca de captura salvaje y la acuicultura son vulnerables ante diversas catástrofes tanto repentinas como de evolución lenta, entre ellas las tormentas, los tsunamis, las inundaciones, las sequías, las olas de calor, el calentamiento de los océanos, la acidificación, la desoxigenación, las alteraciones de los regímenes de precipitaciones y la disponibilidad de agua dulce, y la infiltración de sales en las zonas costeras.

Un importante factor de riesgo ecosistémico para la pesca de captura es el aumento de la intensidad y frecuencia de las olas de calor marinas, que suponen una amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas marinos,

Zoonosis y Enfermedades Animales

Enfermedades como la peste porcina africana se abordan con especial interés en el informe ya que, desde enero de 2020, se ha notificado la presencia de la enfermedad en 35 países de cinco continentes. Entre el primer brote de la peste porcina africana en China el 3 de agosto de 2018 y el 1 de julio de 2022, se han notificado 218 brotes en total al Sistema Mundial de Información Sanitaria de la Organización Mundial de Sanidad Animal.

El Cambio Climático no afecta por igual a todo el mundo

Existe una desigualdad en las perdidas por países. En términos absolutos, las pérdidas son más elevadas en los países de ingresos altos, los países de ingresos medianos bajos y los países de ingresos medianos altos,

SCIRI 2022

Con todo ello, los países de ingresos bajos, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo, son los que presentan la mayor incidencia de las pérdidas en el valor añadido agrícola.

Pérdidas agrícolas totales como porcentaje del producto interno bruto agrícola (parte inferior) por categoría de países (1991-2021):

Riesgo de catástrofes y efectos concatenados

Para abordar el riesgo, es necesario evaluar no solo las repercusiones directas de los desastres, sino también entender la incidencia de los efectos concatenados en los distintos sectores, entre ellos y en las diferentes zonas geográficas, la forma en que los elementos de los sistemas afectados interactúan entre sí durante un peligro y los factores sistémicos que determinan los riesgos.

El estudio de casos sobre el cambio climático, las pandemias y las epidemias, así como sobre los conflictos armados, proporciona pruebas de la naturaleza sistémica del riesgo, así como de la creciente vulnerabilidad y exposición a desastres a los que la agricultura se enfrenta actualmente