Se prevé que la demanda mundial de alimentos en 2050 aumentará al menos en un 60 %.

Para poder hacer frente a esta demanda y a la amenaza del cambio climático, se necesitará una profunda transformación de los sistemas de producción de alimentos en todo el mundo.

Este es la principal conclusión del Informe FAO “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016”.

En el informe se detallan los futuros escenarios generados por el cambio climático en los 5 continentes. En Europa, estos son:

GANADERIA

  • Las altas temperaturas y la humedad aumentan el riesgo de mortalidad del ganado
  • La variabilidad de la producción de trigo inducida por el clima aumenta en la Europa meridional y central
  • Los beneficios iniciales de un aumento moderado de las temperaturas en países de latitud media, pasan a ser negativos con el aumento progresivo de las mismas

PESCA

  • El calentamiento desplaza algunas poblaciones de peces hacia el norte o a aguas más profundas
  • La acuicultura se ve afectada por la subida del nivel del mar, la acidificación y los aumentos de temperatura
  • Las especies tropicales alteran los ecosistemas costeros en los mares semicerrados de la Europa meridional

ACTIVIDAD FORESTAL

  • La mayor incidencia de incendios forestales da lugar a un aumento considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero
  • En la Europa septentrional y atlántica, el aumento de las temperaturas y de los niveles de CO2 en la atmósfera aumenta el crecimiento de los bosques y la producción de madera
  • Los arbustos reemplazan progresivamente a los árboles en la Europa meridional

A nivel mundial, la escasez de suministros alimentarios dará lugar a una subida importante de los precios de los alimentos, y la variabilidad climática hará que la volatilidad de los precios también aumente.

La FAO realiza varias propuestas para poder afrontar este futuro incierto:

  • Diversificación de actividad y cultivos (Una forma de la diversificación consiste en integrar la producción de los cultivos, el ganado y los árboles)
  • Adopción de prácticas como el empleo de variedades de cultivos eficientes en nitrógeno y tolerantes al calor, la labranza cero y la gestión integrada de la fertilidad del suelo
  • Apoyo a los pequeños agricultores para fortalecer su capacidad para gestionar los riesgos y adoptar estrategias eficaces de adaptación al cambio climático
  • La adopción generalizada de prácticas sostenibles en el sector ganadero, podría reducir las emisiones de metano del ganado hasta un 41 % y aumentar también la productividad mediante la mejora de la alimentación y la salud de los animales
  • La reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos no solo mejoraría la eficiencia del sistema alimentario, sino que también disminuiría la presión sobre los recursos naturales y las emisiones de gases de efecto invernadero. Alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia después de su recolección
  • Sensibilización de los consumidores en materia medioambiental
  • Incentivos de precios que favorezcan a productos alimenticios con mucha menor huella ecológica
  • Políticas, marcos institucionales y mecanismos de financiación de inversiones adecuados para el apoyo en la transformación del sector. Condicionar el apoyo a la adopción de prácticas que reducen las emisiones y conservan los recursos naturales es una manera de armonizar el desarrollo agrícola y los objetivos relacionados con el clima.
  • Reforzar la cooperación regional e internacional para facilitar el intercambio de información y conocimientos, gestionar los recursos comunes, tales como las poblaciones de peces, y conservar y utilizar la biodiversidad agrícola. El cambio climático dará lugar a nuevas plagas y enfermedades y aumentará los riesgos de que estas se desplacen más allá de las fronteras.
  • Un mayor flujo de financiación para la agricultura con el fin de sufragar el costo de inversión relacionado con su necesaria transformación

El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016 – FAO 2016